Francisco de Jorge, juez de instrucción del Caso RubialesHa resuelto este viernes el último problema que le quedaba. Montse Tomé, actual entrenadora de la selección española de fútbol femenino, ha acudido a declarar como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional, después de que la defensa de su antecesor, el imputado Jorge Vilda, solicitara su comparecencia. Según fuentes jurídicas, Tomé ha explicado que no incluyó a la jugadora Jennifer Hermoso en su primera convocatoria por motivos deportivos y para «protegerla» de la presión mediática que hubo tras el beso en la boca que le propinó el expresidente del la Real Federación Española de Fútbol. (RFEF) Luis Rubiales, tras ganar el Mundial. Según añadió, Vilda no la llamó para dejar fuera de la lista a Hermoso, aunque el técnico ha dicho que sí la instó a participar en la asamblea de la organización del próximo 25 de agosto, pese a que ella no quería ir. En ese evento los asistentes apoyaron y aplaudieron al principal imputado en este procedimiento, quien supuestamente iba a presentar su renuncia ese día. En cambio, se aferró a la posición. Hasta que fue suspendido (y posteriormente sancionado) por la FIFA, que lo inhabilitó por tres años.
El juez De Jorge se había negado a realizar este interrogatorio por considerarlo innecesario para su investigación, pero la Sala Penal le ordenó realizarlo. Una medida que se ha llevado a cabo esta mañana, cuando Tomé respondió durante aproximadamente media hora a las preguntas de las partes. Según varias fuentes jurídicas presentes en la reunión, la entrenadora ha detallado el “motivo deportivo” que le llevó a descartar a Hermoso en su primera convocatoria, para el partido contra Suecia en la Nations League: había disputado muy pocos partidos de pretemporada con su equipo. Además, según ha subrayado, también influyó la presión mediática en torno a la selección. De hecho, para justificarse en su día, Tomé dijo que no la llamó para “protegerla”. El futbolista respondió entonces con un comunicado: “¿Protegerme de qué? ¿O de quién?».
Para el juez, el Caso Rubiales Está terminado. La semana pasada, el magistrado ya propuso sentar en el banquillo a los cuatro imputados: Rubiales; Vilda; Albert Luque, director de la selección masculina; y Rubén Rivera, responsable de marketing del organismo. Tras cuatro meses de investigaciones, el magistrado ha concluido que el beso al futbolista «no fue consensuado y fue una iniciativa unilateral y sorprendente» del expresidente de la RFEF. Además, los federados desplegaron entonces una serie de maniobras para intentar «quebrar la voluntad» de Hermoso y «conseguir que aceptara grabar un vídeo en el que decía que el beso había sido consentido». “Las presiones a las que fue sometido el jugador crearon una situación de ansiedad y estrés intenso”, resume el instructor.
La defensa de Vilda, acusada de participar en las supuestas coacciones, consideró importante la declaración de Tomé, quien fue su mano derecha dentro del cuerpo técnico antes de reemplazarlo. El técnico sostiene que no presionó al jugador, y que nadie se lo ordenó. Sin embargo, la tesis de la acusación es muy diferente y la credibilidad del técnico está en duda. Rafael del Amo, presidente de la Comisión Nacional de Fútbol Femenino, explicó al juez que vio cómo Rubiales le decía al técnico que fuera a hablar con el hermano del delantero durante el vuelo de regreso a España desde Sídney (Australia). Y su hermano, así como un amigo presente en esa conversación en el avión, agregó que Vilda los presionó y les dijo que pensaran en las “consecuencias personales y profesionales” que podría sufrir el deportista.
Así lo explica el juez en su auto de procesamiento: “Después de pedir consejo a su equipo técnico, Rubiales le pidió a Jorge Vilda hablar con el hermano del futbolista para convencerla de participar en la realización de un vídeo con el contenido previsto. Vilda entonces buscó a su hermano en el avión y, en el transcurso de la conversación, le advirtió que si su hermana no aceptaba participar en el video, su negativa tendría consecuencias negativas para ella y perjudicaría su carrera profesional. como futbolista. ”.
Por su parte, el magistrado sitúa a Luque y Rivera en las presiones desplegadas en Ibiza, donde los futbolistas celebraron el título. “Una vez en España y en representación de Rubiales, Rubén Rivera pidió a Hermoso, reiterada e insistentemente, que hablara por teléfono con el responsable de integridad de la entidad. Rivera insistió en que debería participar en el video exculpando a Rubiales, a lo que la deportista le informó que no quería hablar de ese tema.
«A pesar de la clara negativa de Hermoso, expresando su agotamiento, Rivera insistió reiteradamente en que hablara con Luque, también con la intención de insistirle para que participara en el vídeo», continúa la resolución del juez, emitida la última semana: «Hermoso respondió a Luque el WhatsApp, nuevamente negándose a hablar con él […] Ante las reiteradas negativas, Luque se presentó en el hotel intentando obligar a Jennifer a hablar con él para convencerla de participar en el vídeo. “Insistió a través de WhatsApp al jugador y también personalmente a la amiga de Jennifer para que hablara con él”. «Finalmente, ante la enfática negativa, Luque le envió un mensaje a la amiga de Jennifer, insistiendo en su pedido de ayuda para justificar el comportamiento de Rubiales, expresando su enojo, acusándola de ser una mala persona, deseándole que se encuentre muy bien». solo en la vida y anunciándole que estará feliz de que eso suceda”.
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